martes, 22 de diciembre de 2009

A veces nos ponemos de pie, que la soledad es tan fría...

Caminar en verbo soleado
Desangrarse en silencios
Desear encadenado y muerto
Arrepentirse en sueños
Tragarse la ira
Acostumbrarse a la derrota.
Delinear con sangre la voz, con dolor
Dormir sin querer, vivir el desencanto,
Recordar, negar, inventar
Mentir, por variar
Pararse sólo en la mitad del mundo y la lluvia

Roer huesos viejos, dejar la carne a ellos
Vivir en misterios, con misterios en la barriga,
misterios bajo la Luna, misterios en la casa de madera y misterios nocturnos.
Caminar entre las mismas palabras de siempre; silencio,muerte, melancolía, desastre, perro, puerco perro miserable y botado en la calle. Miserable perro cobarde y ensimismado. En eso me convierto todas las noches, en un triste perro ansioso por roer un hueso seco y asoleado junto a la perra que todavía me huele a veces con mirada de "quítate perro cabrón" con mirada de "úsame y lárgate"
Y así camino hasta quedar arrastrado en el suelo bajo las ruedas del mismisimo desespero...

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