Me vi una noche sólo divagando
con mi atención perdida, como ida
en arte y ciencia de letra leída
esperando así del dormir el cuándo.
Y en la noche la mano quieta estando
y la inspiración roncando dormida
me aburro a veces de la larga vida
y pienso entonces del morir el cuándo.
La culpo ahora a ella aunque no debiera,
por cautivar mi atención con su pasión
y hacer a mi corazón latir presto.
Y si más bien toda su culpa fuera
a cambio pediría su corazón
para que ya nada me importe el resto.
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